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Función de los ganglios linfáticos


La principal función de los ganglios linfáticos es de tipo inmunitario. Los patógenos, o gérmenes, pueden provocar infecciones en cualquier parte del cuerpo. Al detectarlos los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco, se reunirán con los antígenos, o proteínas, en los órganos linfoides periféricos, que incluyen los ganglios linfáticos. Los antígenos son identificados por células especializadas en los ganglios linfáticos. Los linfocitos naïve o vírgenes (es decir, las células que no han encontrado un antígeno todavía) se introducen en el nódulo desde el torrente sanguíneo, a través de vénulas capilares especializadas.


Después de que los linfocitos se especializan, salen del ganglio linfático a través de los vasos linfáticos eferentes con el resto de la linfa.

Los linfocitos recirculan continuamente en los órganos linfoides periféricos, y el estado de los ganglios linfáticos depende de la infección. Durante una infección, los ganglios linfáticos pueden expandirse debido a la intensa proliferación de células B en los centros germinales, una afección comúnmente denominada "ganglios inflamados" o adenopatía.

El sistema linfático tiene cuatro funciones relacionadas entre sí: es responsable de la extracción del líquido intersticial de los tejidos, absorbe y transporta los ácidos grasos y grasas como quilo al sistema circulatorio y las células de Nicklas, y transporta a las células inmunes y de los ganglios linfáticos hacia los huesos. La linfa transporta células presentadoras de antígeno (CPA), como las células dendríticas, hacia los nódulos linfáticos, donde se estimula una respuesta inmune. La linfa también transporta a los linfocitos desde los vasos linfáticos eferentes que salen de los ganglios linfáticos.

El estudio del drenaje linfático de los diversos órganos es importante en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento del cáncer. El sistema linfático, debido a su proximidad física con muchos tejidos del cuerpo, es responsable de llevar a las células cancerosas hacia diversas partes del cuerpo, en un proceso llamado metástasis. Los ganglios linfáticos que intervienen, pueden atrapar las células cancerosas. Si no tienen éxito en la destrucción de las células cancerosas, los ganglios pueden convertirse en sitios de tumores secundarios.

Las enfermedades, y otros problemas del sistema linfático, pueden causar inflamación y otros síntomas. Los problemas en el sistema linfático pueden dañar la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.

FUNCIÓN DEL SISTEMA DE TRANSPORTE DE ÁCIDOS GRASOS


Los vasos linfáticos llamados lactíferos están presentes en el revestimiento del tracto gastrointestinal, principalmente en el intestino delgado. Aunque la mayoría de los nutrientes absorbidos por el intestino delgado pasan al sistema venoso portal para drenar a través de la vena porta al hígado, donde son procesados. Las grasas (lípidos) pasan al sistema linfático para ser transportadas a la circulación sanguínea a través del conducto torácico. (Hay excepciones como, por ejemplo, los triglicéridos de cadena media, que son ácidos grasos ésteres de glicerol que pasivamente se difunden desde el tracto gastrointestinal hacia el sistema portal.) La linfa enriquecida que se origina en los vasos linfáticos del intestino delgado se denomina quilo. Cuando la sangre circula, el líquido se filtra hacia los tejidos del cuerpo. Este líquido es importante porque lleva el alimento a las células y los residuos de vuelta al torrente sanguíneo. Los nutrientes que se liberan al sistema circulatorio son procesados por el hígado, después de haber pasado a través de la circulación sistémica. El sistema linfático es un sistema de un solo sentido, que transporta líquido intersticial de vuelta a la sangre.